Shun el valor de la temporada en la Gastronomía Japonesa. Shun hace referencia al momento ideal en el que los alimentos de temporada y locales alcanzan su máxima expresión en frescura, sabor y calidad. En la gastronomía japonesa, este concepto es una filosofía que resalta la relevancia de consumir productos en su temporada ideal, ya sean vegetales, pescados o frutas. Esta temporalidad en la comida no solo asegura que cada preparación tenga el mejor sabor posible, sino que también maximiza su contenido nutricional y reduce el impacto ambiental, al evitar la necesidad de importar o conservar productos fuera de temporada.
Shun el valor de la temporada en la Gastronomía Japonesa
Para la cocina japonesa, la temporalidad no solo responde a una tradición culinaria sino a un respeto profundo hacia el ciclo de la vida y el medio ambiente, un principio que se extiende a prácticas gastronómicas como el kaiseki, donde cada plato refleja la esencia de la estación en curso. Este respeto por el shun no solo aparece en los ingredientes, sino también en la presentación y la estética. Los menús y presentaciones de platos, como los dulces wagashi, se adornan con motivos de flores y hojas estacionales, enfatizando el vínculo visual y emocional con la estación en curso.
Cada estación en Japón brinda su propia riqueza de ingredientes…
En primavera, destacan productos frescos como el bambú (takenoko), las fresas (ichigo) y los guisantes verdes, ideales para reflejar el renacer de la naturaleza. También se utilizan hojas de sakura (cerezo en flor) encurtidas y flores de sakura para dar sabor y aroma a los dulces tradicionales, como los sakura mochi.
Con el verano llegan los platos fríos y ligeros, con ingredientes como el pepino (kyuri), hoja de shiso, melón amargo (goya), edamame y pescados como la anguila (unagi) o la sardina (iwashi), ideales para refrescar en los días cálidos. También las frutas jugosas como la sandía y el melón.
En otoño, el enfoque cambia hacia alimentos más saciantes y terrosos como la calabaza (kabocha), el boniato (satsumaimo), la castaña (kuri) y las setas matsutake. También es muy apreciado el arroz shinmai (arroz nuevo) que es el primer arroz cosechado del año, más suave y dulce.
El invierno trae consigo alimentos densos y cálidos como el rábano japonés (daikon) y pescados como el pez globo (fugu), que ofrecen una experiencia rica y reconfortante. Es típico cocinar platos como el nabemono, que incluye vegetales de raíz y pescados de temporada.
Este enfoque estacional en la gastronomía permite que la comida japonesa no solo sea nutritiva y sostenible, sino que también mantenga una conexión espiritual con el ciclo de la vida y el entorno. Al seguir los principios de shun, los comensales experimentan la esencia de cada estación y la riqueza natural de Japón, recordándonos la importancia de vivir en armonía con el mundo que nos rodea.