La deliciosa repostería japonesa. Dulces japoneses tradicionales, Dango, Imagawayaki, Kohakutou y Manju. Algunos dulces japoneses han traspasado las fronteras y ya podemos disfrutarlos en occidente. Incluso se han puesto de moda: dorayakis, mochis y taiyakis son habituales en las cartas de postres de muchos restaurantes japoneses y proliferan las versiones “occidentalizadas” de ellos, adaptadas a nuestros paladares. Pero existen muchos más dulces típicos nipones que no son tan conocidos y que creemos que merece la pena que los conozcáis. No es fácil encontraros fuera de Japón, pero anotadlos en vuestra lista de cosas que tendréis que probar si algún día visitáis el país del sol naciente.

La deliciosa repostería japonesa…

Dango

El dango es un postre japonés en forma de bolitas, que se elabora con mochiko (harina de arroz). Estas bolitas de textura gomosa se ensartan brochetas o pinchos de tres o cuatro bolitas. Existe una gran variedad de sabores, aunque la más popular en Japón es la que viene acompañada con anko (pasta dulce de judías rojas). Otra variedad popular es el Mitarashi Dango: se cocina la brocheta de dango en la robata japonesa y se cubre con un sirope de salsa de soja, azúcar y agua. En la época primaveral es típico el Hanami-Dango: una brocheta con 3 bolitas de dango con los colores de la primavera, una blanca, una verde y una rosa. Otros tipos de dango habituales son el Goma Dango: cuando se acompaña el dango con pasta de sésamo y el Kinako Dango: se acompaña el dango con polvo de soja tostada.

La deliciosa repostería japonesa
Mitarashi dango
Hanami dango
Kinako Dango
Anko

Imagawayaki/Obanyaki

Es como un pancake redondo y relleno. La masa se elabora con huevos, azúcar, harina de trigo, miel y leche. Se vierte el resultado en una sartén redonda de hierro fundido y se cocina hasta que queda crujiente por fuera. Durante la cocción se añade el relleno con anko, aunque cada vez es más popular encontrar otros rellenos más “modernos” como helado, chocolate, crema pastelera o incluso rellenos salados como curry o carne. En la región de Kanto (área de Tokio) se conoce como Imagawayaki y en la región de Kansai (Kioto, Osaka) se conoce como Obanyaki. El nombre de Imagawayaki parece ser que se le puso porque estos dulces se vendieron por primera vez cerca del puente de Imagawa a finales de 1700. El nombre de Obanyaki se le puso por su semejanza con la moneda Oban que era una moneda japonesa que se utilizaba en ese momento.

La deliciosa repostería japonesa
Imagawayaki relleno de anko
 Imagawayaki u Obanyaki

Kohakutou

Es un dulce tradicional que parece trozos de cristal de colores. Lleva agar-agar, azúcar y zumo de fruta o jarabe para colorear y saborizar (también se utilizan colorantes alimentarios). Su preparación es bastante simple: una vez preparada la gelatina con el azúcar y los colorantes, se deja reposar y se trocea con las manos en pedazos de distintos tamaños. A veces se rebozan en azúcar. Luego se dejan secar a temperatura ambiente durante varios días hasta que adquieren una consistencia crujiente por fuera y de gominola por dentro.

La deliciosa repostería japonesa
kohakutou
Agar-agar sticks

Manju

El manju es un wagashi (dulce japonés tradicional) tipo bollo, normalmente de forma redonda, con una masa elaborada con harina de trigo y arroz, agua y azúcar, y un relleno de anko (pasta dulce de judías rojas azuki). Se forma la masa, se rellena con el anko y se cocinan al vapor. Lo mejor es comer el manju recién hecho, ya que si se refrigera, no es lo mismo. Suele llevarse a las casas como símbolo de gratitud y respeto a los amigos y familiares. Si nos trasladamos a un nuevo vecindario, regalamos manju a los nuevos vecinos con la esperanza de fomentar una buena relación.

La deliciosa repostería japonesa
Manju relleno de anko
Manju