El jengibre es un ingrediente muy popular en la gastronomía japonesa. Tiene un sabor intenso, con un toque picante.
Uno de las formas habituales de comer el jengibre en Japón es como tsukemono (encurtido). En la cocina japonesa encontramos dos encurtidos distintos de jengibre: el Gari y el Beni Shoga.
El Gari es el encurtido que acompaña al sushi y al sashimi y se utiliza para limpiar el paladar después de cada bocado, para que los sabores de los distintos pescados no se mezclen. Para elaborar gari necesitamos poner a macerar jengibre fresco con vinagre de arroz, azúcar y agua.
El color rosado del encurtido solo aparecerá si se elabora con la maceración con raíz de jengibre “joven” cosa que es complicada. Por ello, para obtener el color rosado, suele añadirse colorante (normalmente use añade un colorante sintético muy económico identificado como E124).
Si queremos obtener un toque de color rosado de forma natural, una opción más fácil y saludable es añadir a la maceración trocitos de rabanito. Otra opción es no añadirle nada y servirlo tal cual, con su color blanquecino natural.
El Beni shoga es un encurtido que se elabora con jengibre fresco y umezu (vinagre de ciruela que se origina al encurtir las ciruelas umeboshi con agua y sal). El resultado de la maceración con umezu es el de un color rojo intenso. Suele acompañar muchos platos japoneses como el okonomiyaki, el gyudon o el yakisoba.
También se utiliza jengibre crudo rallado para acompañar platos de carne, marisco o en ensaladas. Por ejemplo suele acompañar los platos de basashi, que es sashimi de carne de caballo (carne cruda de caballo) que suele untarse con salsa de soja y jengibre rallado.
Los brotes de jengibre (Ha shoga) también se utilizan en la cocina japonesa. Pueden utilizarse frescos o encurtidos y suelen acompañar platos de pescado a la brasa.
También se utiliza en muchas salsas básicas de la cocina japonesa como son la salsa teriyaki, la salsa tonkatsu, la salsa de miso y la salsa yakiniku.
A nivel terapéutico el jengibre tiene propiedades digestivas, antibacterianas y ayuda a bajar el colesterol. Es un antidepresivo natural y se recomienda para eliminar sensación de mareo y vértigo. Alivia los resfriados gracias a su efecto antiséptico y su capacidad para descongestionar. También es un potente antiinflamatorio gracias a uno de sus componentes llamado gingerol.
El gingerol inhibe la formación de las citocinas inflamatorias, las mensajeras químicas del sistema inmune por lo que es muy recomendable para todas aquellas personas que sufren osteoartritis o artritis reumatoide.
También es rico en antioxidantes, vitaminas (especialmente B6 y C) y minerales como el calcio, potasio, magnesio y fósforo.